sábado, enero 05, 2008

Gadgets volantes

Desde pequeño siempre he tenido una especial fijación por los helicópteros. Hace algún tiempo empecé a darle la tabarra a la pobre mujer que me aguanta cada día, y parece que al final no ha podido resistir más y me ha comprado el que será fuente de muchísimas alegrías, y quizás más disgustos. Os lo presento, "aquí el Belt CP, aquí un respetable lector de mi blog, quetal, quetal, encantado, igualmente!"



¡Ays no! Este no es el Belt CP, sino un Lego con el que, aquí la juguetona, decidió sorprenderme. Cuando vi la caja, y el cartel "de 5 a 12 años" busqué la cámara oculta, pero no encontré ninguna. Salió corriendo y esta vez sí, apareció con algo un poquitín más grande, la libélula a pilas:





Parece inocente ¿eh? ¡¡¡Pero no lo es!!!



La primera vez que se me ha ocurrido encenderlo, he tenido la fantástica idea de apagar el mando antes que el bicho infernal, así que cuando he ido a "meterle mano" para desconectar la batería, ha tomado la determinación (le llaman interferencias, pero yo lo atribuyo a algún tipo de conducta inteligente) de poner el rotor al máximo, regalándome un pedazo de hostión en un brazo, que casi me lo amputa.
A partir de ese momento, y con un gran temblor de manos, he descubierto que lo que parecía un juguete es en realidad mucho peor de lo que yo esperaba. Bromeaba hace tiempo "quiero un helicóptero para hacer el mal", y vaya que si puede ser su cometido. ¡Este engendro mecánico tiene vida propia, y si no te andas con ojo te arranca un brazo de cuajo!

Cada vez que lo he encendido en casa, he temblado como una nenaza tras apagarlo. ¡El sonido impone muchísimo! Supongo que es normal cuando uno es un iniciado en las artes del radiocontrol, y espero que pronto esos nervios que me hacen perder la estabilidad en las manos den paso a una serena tranquilidad y un buen manejo de esta motosierra voladora.


Como no soy hombre de disfrutar destrozando sus gadgets, ni a propósito, ni sin querer, he optado por practicar primero con varios simuladores de helicopteros de radiocontrol, y la verdad es que el comienzo ha sido un verdadero desastre. Después de varios días la cosa ha comenzado a cambiar, y se puede decir que estoy "casi casi" en disposición de tentar a la suerte, e intentar mi primer vuelo.

Seguro que en la práctica la cosa no es tan sencilla como lo pintan en los simuladores...



Por si acaso le he comprado un "tacataca" al gorrión con aspas, que consiste en unas varillas, con forma de equis, y unas pelotas de pingpong en los extremos, que se coloca bajo los "esquís" del helicóptero, y facilita (según dicen) enormemente el aterrizaje para los que llevamos una "L" en la espalda. Aun así sospecho que me podría costar algún dinerillo la broma (aunque no lo deseo, ojo). Esperemos que de romperse algo, sean las palas de las hélices, que no son demasiado caras.


Por supuesto, intentaré documentar con un vídeo ese primer intento de vuelo. Mientras tanto, y para abrir boca, aquí os dejo algunos vídeos con material realmente impresionante.

Exhibición de poderes mentales a los mandos de un helicóptero:


Arma letal de 17 kg, movido por una turbina (cómo suena!!):


Un Belt CP, pilotado por un tío que lo menos ha volao un par de horas...

Etiquetas: , ,


Comments: Publicar un comentario

<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?