El blog de epyblast

Parece que hay resolución a la incertidumbre de estos últimos meses. El día 4 de noviembre termina mi actual proyecto, y me muevo a Tres Cantos (bien cerca, si señor XD), donde empezaré a trabajar el día 7.

Atrás quedarán cinco años de trabajo, de compañeros, amigos, marrones, gestiones de pánico, problemas, risas, musiquitas, cafés, grapadoras que no funcionan bien, folios reutilizados por la cara limpia, cargadores de móvil que no están enchufados, otros que si lo están, viajes a Bilbao, viajes al verde, cocacolas, vueltas y vueltas buscando aparcamiento, vueltas y vueltas buscando el coche al salir XD, discusiones, enfados, cangrejos veteranos en el limas, noches en la latina, copas desaparecidas en el danzoo, la radio helice fm, ser administrador de mi máquina, tener cdrom, boquerones en vinagre, montados de queso con anchoas, de morcilla, de oreja..., Paul Oakenfold y su gran muralla china, altavoces con el cable loco, botellas de agua, entropías, el terrario, las arañas, el frío, el calor, las máquinas de aire acondicionado tapadas con Ues patentadas, cambios de nombre a David, perder el tabaco, pitis y pitis en el cenicero, el teléfono todo el día sonando, los servicios, el tirol, su billar y su diana, el flunch, Nilo durmiéndose en la 3ª planta, la planta de Pipi comiéndonos terreno, las interferencias del móvil en los altavoces, las baterías de informes, el Delphi, el caballero del volante. Cinco años de tantas y tantas y tantas otras cosas...

Atrás quedará una etapa en la que lo he pasado muy bien, pero en la que también he perdido mucho tiempo. Tiempo que tengo que recuperar ahora a marchas forzadas. Es tiempo de volver a las andadas. Es tiempo de cambios...